La mitología griega narra la historia de Prometeo, castigado por Zeus con la devoración diaria de su hígado por un águila. En el mundo real, ¿puede el hígado regenerarse después de dejar de beber alcohol? El profesor Ashwin Dhanda, especialista en hepatología de la Universidad de Plymouth, en conversación BBC Mundo ofrecio una perspectiva clara sobre los efectos del alcohol en el hígado y los beneficios de cesar su consumo.
El hígado, el órgano interno más grande del cuerpo humano, juega un papel crucial en la descomposición de toxinas como el alcohol. Dhanda explica que el alcohol, al principio, induce la acumulación de grasa en el hígado, desencadenando inflamación. En respuesta, el hígado produce tejido cicatricial, y si no se controla, puede llevar a la cirrosis, una condición grave que puede resultar mortal.
La buena noticia es que, en las primeras etapas, el hígado tiene la capacidad de curarse. Después de tan solo dos o tres semanas de abstenerse del alcohol, el hígado puede recuperarse. Incluso en casos más avanzados, dejar de beber durante meses o años puede reducir el riesgo de empeoramiento de la insuficiencia hepática y muerte.
Dhanda enfatiza que dejar de beber también tiene beneficios adicionales, como mejorar el sueño, la función cerebral y la tensión arterial. Además, reduce el riesgo de desarrollar varios tipos de cáncer, enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares.
El profesor Dhanda concluye su análisis señalando que, aunque el hígado tiene una asombrosa capacidad de autocuración, este poder tiene límites. El hígado puede volver a la normalidad si solo tiene grasa acumulada, pero no puede regenerarse por completo si ya ha sufrido daños graves.
En resumen, para mantener la salud hepática, la recomendación es evitar el consumo excesivo de alcohol y, en caso de beber, hacerlo con moderación, permitiendo días de abstinencia regularmente.
