En un mundo donde la ciberseguridad es primordial, la esteganografía emerge como una técnica insidiosa pero poderosa para ocultar código malicioso en archivos multimedia
La esteganografía, a menudo confundida con la criptografía, es el arte de ocultar información dentro de archivos sin dejar rastro aparente de su existencia. A diferencia de la criptografía, donde la información está visible pero protegida, la esteganografía busca ocultar la presencia misma de la información. Esta técnica, ampliamente utilizada para camuflar malware en imágenes, videos, audios y otros archivos, se basa en sutiles manipulaciones de los datos, como la sustitución del bit menos significativo del mensaje original.
«La información almacenada de forma camuflada en los archivos tendrá un tamaño limitado por la capacidad del archivo visible, logrando de esta manera pasar completamente desapercibida», explica Camilo Gutiérrez Amaya, Jefe del Laboratorio de Investigación de ESET Latinoamérica. Se han identificado casos en los que imágenes aparentemente inofensivas se utilizan como vehículos para la distribución de código malicioso, desde la descarga de aplicaciones fraudulentas hasta la inserción de scripts para minar criptomonedas.
Sin embargo, la esteganografía no es infalible. La compañía de software de ciberseguridad ESET señala que la alteración de una imagen mediante esta técnica puede dejar rastros visibles, como pequeñas discrepancias en el color, duplicaciones de colores o un tamaño de archivo significativamente mayor que el original. Además, al ser compartidas en redes sociales, las imágenes pueden sufrir compresión y otros procesos que podrían revelar la presencia de código malicioso.
«Con las redes sociales como principal epicentro de intercambio de imágenes, es muy probable que los cibercriminales continúen ocultando malware en una imagen gracias a las facilidades de la esteganografía«, advierte Gutiérrez Amaya. No obstante, subraya la importancia de mantener medidas de seguridad robustas para detectar y prevenir este tipo de amenazas.
En resumen, la esteganografía representa una seria amenaza para la seguridad digital, especialmente en un entorno donde las imágenes se comparten con frecuencia en línea. Es crucial que los usuarios estén alerta a posibles signos de manipulación en las imágenes y cuenten con soluciones de seguridad confiables para protegerse contra este y otros ataques cibernéticos.
