Con la llegada del Domingo de Resurrección, las familias se preparan para celebrar esta fecha emblemática, una tradición que a menudo incluye compartir y disfrutar de los populares huevos de chocolate. A pesar de ser un momento de alegría y convivencia, especialistas en nutrición recuerdan la importancia de consumir estos dulces con moderación, especialmente cuando se trata de los más pequeños de la casa.
La nutricionista Julia Pozo, de la Universidad de O’Higgins (UOH), destaca que no existe una cantidad exacta recomendada para el consumo de chocolate, pero es crucial considerar el tamaño, el contenido calórico de los huevos de chocolate y, sobre todo, el perfil individual de cada niño, incluyendo su edad, peso y nivel de actividad física.
Para un niño promedio de 10 años, con un requerimiento de 1.880 kilocalorías diarias, la ingesta recomendada de azúcar no debería superar los 23 gramos al día, equivalente a 5-6 huevitos pequeños de chocolate sin relleno. Estas recomendaciones se alinean con las pautas de la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre el consumo de azúcar y consideran la densidad calórica y el contenido de azúcar en el chocolate.
El exceso en el consumo de estos productos no solo puede llevar a molestias inmediatas como dolor abdominal, vómitos o constipación, sino que también podría tener un impacto negativo en la salud a largo plazo debido a su alta densidad calórica y contenido de azúcar. Pozo aconseja a los padres establecer un plan de racionamiento para la ingesta de dulces, distribuyendo su consumo a lo largo de varios días para evitar excesos.
«Es recomendable establecer un límite en la cantidad de chocolate que los niños pueden consumir durante estas festividades, siempre teniendo en cuenta las necesidades y particularidades de cada uno», enfatiza Pozo. Esta medida no solo ayuda a prevenir el consumo excesivo de azúcar, sino que también fomenta hábitos alimenticios más saludables desde una edad temprana.
En este Domingo de Resurrección, los expertos invitan a las familias a disfrutar de la tradición de los huevos de chocolate, sin perder de vista la moderación y el cuidado de la salud, asegurando así que la celebración sea tanto placentera como beneficiosa para todos.