Human Rights Watch (HRW) ha emitido una grave advertencia sobre la situación en Gaza, alegando que niños y niñas están muriendo de hambre debido a la ofensiva israelí. Según la ONG, este acto de utilizar el hambre como arma constituye un crimen de guerra. Médicos y familias en la región han reportado casos extremos de desnutrición y deshidratación, especialmente entre niños y mujeres embarazadas o lactantes, en hospitales que luchan por ofrecer cuidados adecuados debido a la falta de recursos.
Omar Shakir, director de la división de Israel y Palestina de HRW, y Jens Laerke, portavoz de la oficina humanitaria de la ONU, han expresado preocupación por el uso del hambre como método de guerra, destacando que medio millón de personas ya están experimentando condiciones de hambruna.
Una coalición de 15 organizaciones internacionales y agencias de la ONU, coordinada por las Naciones Unidas, ha reportado una aceleración significativa de la muerte y la desnutrición en Gaza, especialmente en el norte, donde el 70% de la población enfrenta una situación de hambre catastrófica.
El Ministerio de Salud de Gaza y Save the Children han confirmado numerosas muertes debido a estas condiciones extremas. El personal médico en la región ha descripto escenas desoladoras en hospitales como Kamal Adwan y al-Awda, donde niños y niñas mueren de hambre.
Raquel Martí, directora ejecutiva de UNRWA España, informó a BioBioChile sobre la alarmante cifra de 14,500 niños asesinados desde el comienzo de los conflictos el pasado 7 de octubre, y agregó que aproximadamente 17,000 niños se encuentran solos actualmente en la Franja de Gaza. Martí también destacó que un millón de personas están enfrentando una inseguridad alimentaria de nivel catastrófico, con un alto porcentaje de menores de cinco años sufriendo de desnutrición.
La situación se agrava con las acusaciones hacia el gobierno de Israel por parte de Martí y HRW, quienes afirman que Israel está manipulando la entrega de ayuda alimentaria como una táctica de guerra. Según Martí, la ayuda humanitaria que ingresa es insuficiente y está siendo severamente restringida por Israel, especialmente en el norte de Gaza, una de las áreas más afectadas.
Por otro lado, el embajador de Israel en Chile, Gil Artzyeli, ha rechazado estas acusaciones, asegurando que Israel no bloquea el ingreso de ayuda humanitaria. Artzyeli acusa a Hamás de apoderarse de la ayuda para perpetuar la crisis, y sostiene que la responsabilidad de la situación actual recae sobre Hamás, por su rol en iniciar el conflicto y obstruir la distribución de ayuda.
Este conflicto continuo y las acusaciones cruzadas destacan la urgencia de una intervención internacional para asegurar que la ayuda humanitaria alcanza a quienes más la necesitan y para trabajar hacia una resolución pacífica y duradera en la región.
