Con la llegada del otoño, aumenta la importancia de mantener un buen nivel de vitaminas en el cuerpo para prepararse adecuadamente para el invierno. Según Claudia González, experta en nutrición de la Universidad de O’Higgins, es esencial fortalecer el sistema inmunológico durante estas estaciones, especialmente mediante el consumo de vitaminas como la C y las del complejo B (B1, B6 y B12).
González explica que un autodiagnóstico de los hábitos alimentarios puede ayudar a determinar si es necesario tomar suplementos vitamínicos. “Si el consumo de frutas y verduras no cumple con las cantidades recomendadas, los suplementos vitamínicos se vuelven esenciales”, señala la docente.
Los grupos de riesgo, como prematuros, lactantes, escolares, gestantes, personas mayores, o aquellos con enfermedades crónicas, además de veganos y personas con ciertas condiciones médicas, deben prestar especial atención a su ingesta de vitaminas, siempre bajo supervisión médica.
Identificación de Deficiencias y Riesgos de Sobredosis: Los síntomas de deficiencia vitamínica pueden incluir desánimo, somnolencia excesiva, caída del cabello, descamación de la piel, entre otros. En cuanto a la sobredosis, aunque es raro, los efectos pueden ser graves, especialmente con vitaminas liposolubles como las vitaminas A, D, E y K.
Recomendaciones: La nutricionista enfatiza la importancia de los análisis de laboratorio para una evaluación precisa de las necesidades vitamínicas y advierte sobre los peligros del consumo excesivo sin supervisión médica. “Es crucial consultar a un profesional antes de comenzar cualquier régimen de suplementos”, concluye González.
