Frente a los desafíos planteados por las recientes condiciones climáticas adversas, el Ministerio de Educación (Mineduc) ha facilitado a los sostenedores la opción de solicitar una suspensión excepcional de clases en las regiones más afectadas. Esta medida, aplicable durante la semana del 17 de junio, afectará a establecimientos en las regiones de Coquimbo, Valparaíso, Metropolitana, O’Higgins, Maule, Ñuble, Bío Bío, La Araucanía y Los Ríos.
Las secretarías regionales ministeriales de Educación serán responsables de autorizar estas suspensiones, las cuales están condicionadas a situaciones de infraestructura dañada, problemas de acceso o conectividad a los colegios, y la interrupción de servicios básicos. Todas las suspensiones estarán sujetas a días de recuperación, para asegurar la integridad del año escolar.
Alejandra Arratia, ministra (s) de Educación, expresó su compromiso con la adaptabilidad en estos tiempos difíciles: “Es vital ofrecer flexibilidad a nuestras comunidades educativas para manejar estas interrupciones y planificar un regreso seguro a las aulas”.
Adicionalmente, el Mineduc ha confirmado que 1.700 establecimientos seguirán proveyendo servicios de alimentación esenciales. En colaboración con Junaeb, se están distribuyendo más de 3 mil raciones diarias para apoyar a las familias durante este período.
Camila Rubio, directora nacional de Junaeb, aseguró que la respuesta ha sido posible gracias a una coordinación efectiva con múltiples entidades: “Nuestros esfuerzos conjuntos con los municipios, SLEP y la educación subvencionada han sido clave para mantener las puertas abiertas de nuestras escuelas, permitiendo que continuemos alimentando a nuestros estudiantes en medio de la emergencia”.
Este conjunto de medidas refleja el esfuerzo continuo del Ministerio de Educación y sus asociados para minimizar el impacto de las inclemencias del tiempo en la educación y garantizar la seguridad y el bienestar de los estudiantes en todo el país.