Un grave incidente ha sacudido la tranquilidad de la «Granja Educativa Arca del Pequén», ubicada en la comuna de Coinco. Katherine Toledo, administradora del recinto, denunció en conversación con El Rancagüino la matanza de 14 alpacas, incluyendo adultos, juveniles y bebés. Además, una alpaca resultó gravemente herida.
El ataque ocurrió la madrugada del último sábado y, según las cámaras de seguridad del lugar, fue perpetrado por dos perros que habitan en un terreno colindante a la granja.
La semana anterior, el martes, ya se había producido un primer ataque en el que una alpaca murió y otras dos resultaron lesionadas. Esta situación fue denunciada a Carabineros y derivada al Juzgado de Policía Local. A pesar de esto, se produjo un segundo ataque, donde los perros, provenientes de una parcela de agrado adyacente a la granja, lograron saltar un doble cerco y atacar nuevamente a los animales. Según Toledo, estos perros custodian el recinto sin ninguna supervisión adecuada.
Tras hablar con el propietario del terreno colindante, este se mostró escéptico respecto a la responsabilidad de sus perros, a pesar de que las cámaras de seguridad confirman su implicación. Además, el propietario reconoció ante Carabineros que los perros son de su propiedad.
A pesar de solicitar una mejor protección del terreno vecino tras el segundo ataque, la administradora asegura que no ha habido voluntad de cooperación. El dueño de los perros fue detenido, pero quedó en libertad al no ser considerado un peligro para la sociedad, iniciándose una investigación sin medidas cautelares.
Katherine Toledo informó que interpondrán una demanda por no menos de 25 millones de pesos, argumentando que las alpacas son animales únicos, domesticados, que interactúan con niños y reciben visitas escolares. Cada una de las alpacas tiene un valor no menor a 300 mil pesos.
Actualmente, los perros permanecen en el lugar, pero encerrados en un canil. Los propietarios de la granja educativa esperan que esta situación siente un precedente, destacando también el daño psicológico que sufrieron los trabajadores al encontrarse con la masiva muerte de los animales. Además, solicitan que las autoridades pertinentes fiscalicen la tenencia responsable de los perros en la zona.
