Investigadores del Instituto Max Planck de Ciencias Cognitivas y Cerebrales Humanas de Leipzig, Alemania, han realizado un descubrimiento que podría explicar la causa subyacente de la dislexia, una condición que afecta aproximadamente al 5-10% de la población mundial. El estudio, publicado en la revista Brain, revela que la dislexia podría estar relacionada con cambios en la función y estructura del tálamo visual, una parte crucial del cerebro que conecta los ojos con la corteza cerebral.
La dislexia es conocida por afectar la capacidad de leer y escribir, presentando síntomas que van desde la omisión hasta la adición de letras y sílabas al leer o escribir. Tradicionalmente, se ha visto afectada tanto la vida académica como profesional de quienes la padecen, sin embargo, no define su intelecto o talento creativo.
Los científicos utilizaron técnicas avanzadas de resonancia magnética para observar esta región cerebral en detalle en personas vivas, algo sin precedentes en estudios anteriores. Descubrieron que los cambios son especialmente notables en el área del tálamo visual sensible al movimiento, particularmente en sujetos masculinos con dislexia.
La Dra. Katharina von Kriegstein, autora del estudio y presidenta de Neurociencia Cognitiva y Clínica en la Universidad Politécnica de Dresde, destacó que estos hallazgos «abren el camino para futuras investigaciones destinadas a obtener una comprensión más completa de los mecanismos cerebrales subyacentes a la dislexia».
Además, la Dra. Christa Müller-Axt, coautora del estudio, sugiere que estos descubrimientos podrían llevar al desarrollo de nuevos tratamientos y terapias. “Esto podría abrir posibilidades para técnicas de neuroestimulación no invasivas como un método terapéutico prometedor para modular la actividad de estas estructuras cerebrales y aliviar algunos síntomas de la dislexia”, explicó durante su participación en el podcast Science Unscripted de DW.
El avance científico no solo proporciona esperanza para las personas con dislexia, sino que también destaca la importancia de la investigación cerebral en la comprensión y tratamiento de trastornos de aprendizaje. Aunque aún puede pasar algún tiempo antes de que se desarrollen enfoques terapéuticos nuevos y efectivos, este estudio marca un paso significativo hacia ese objetivo.