La comunidad de Los Guindos e Isla de Marchant ha expresado su firme rechazo al Estudio de Impacto Ambiental (EIA) del proyecto «Variante a la Ciudad de Curicó», inicialmente impulsado por el MOP y la concesionaria ISA Intervial. A pesar de que el proyecto ha sido desistido recientemente, las comunidades afectadas subrayan la falta de rigor y transparencia durante el proceso.
Desde el inicio de las evaluaciones, las comunidades denunciaron ante diversas instancias, incluyendo la Contraloría, que la participación ciudadana no fue más que una fachada. «Nuestras voces fueron silenciadas y nuestras preocupaciones ignoradas», afirma Paula Quitral, presidenta de la Junta de Vecinos El Progreso de Isla de Marchant. «El EIA resultante no reflejó los verdaderos impactos del proyecto sobre nuestras vidas y nuestro entorno.»
Entre las principales preocupaciones destacadas por los residentes se incluyen la falta de análisis profundo sobre las consecuencias de las expropiaciones y el reasentamiento de familias. Además, critican que el impacto ambiental, especialmente en términos de contaminación del aire, agua y suelo, fue minimizado.
«El plan subestimó gravemente los posibles efectos sobre la biodiversidad y los ecosistemas locales, incluyendo la presencia de humedales y la importancia de las napas subterráneas», señalan los denunciantes. También reprochan la falta de consideración sobre los efectos del cambio climático, que podría intensificar eventos extremos como inundaciones e incendios forestales en la zona.
El abandono del EIA, aunque visto como un paso positivo, representa según los denunciantes un despilfarro de recursos públicos que podrían haberse destinado a proyectos más beneficiosos para la comunidad. En este sentido, exigen una investigación exhaustiva sobre el uso de estos fondos y la responsabilidad de las autoridades en la aprobación de un EIA con tantas deficiencias.
Finalmente, la comunidad de Los Guindos e Isla de Marchant solicita la implementación de mecanismos que aseguren una participación ciudadana real y vinculante en proyectos futuros. «Esperamos que esto marque un precedente para que nunca más se ignore la voz de nuestra comunidad en decisiones que afectan directamente nuestro modo de vida y nuestro medio ambiente», concluye Quitral.
