En la comuna de Molina, la actividad agrícola enfrenta un riesgo severo que podría comprometer el sustento de aproximadamente 1,500 agricultores debido a una disputa legal por el acceso al agua necesaria para el riego. Tras las alteraciones del cauce del río Lontué por temporales recientes, se requirieron obras urgentes para mantener la irrigación durante la temporada 2023-2024, las cuales se vieron comprometidas por acciones legales interpuestas por una familia local.
Diego Castro, secretario ejecutivo de la Junta de Vigilancia del Río Lontué, explicó la gravedad de la situación: «En un punto crítico de la ribera del río Lontué, una familia dueña de un predio clave para la distribución del agua ha presentado múltiples acciones judiciales para obtener compensaciones económicas. Estas demandas amenazan la continuidad del flujo de agua hacia seis canales de riego históricos, esenciales para las comunas de Molina y Río Claro.»
Los canales afectados tienen más de 150 años de antigüedad y han sido parte integral de la red de irrigación en la región, soportando tanto la agricultura a gran escala como numerosas parcelas de agricultura familiar campesina. La familia en cuestión exige 160 millones de pesos y un pago anual de 1,000 UF para permitir el uso del agua, una suma prohibitiva para la comunidad agrícola local.
La potencial pérdida de acceso al agua pone en riesgo no solo a los agricultores y sus familias, sino también a toda la economía regional, que depende significativamente de la agricultura. Los afectados instan a las autoridades a intervenir con prontitud para asegurar la defensa del derecho al agua y evitar un desastre agrícola que podría devastar la comunidad.
La situación actual resalta la importancia de la gestión equitativa de los recursos naturales y la necesidad de un diálogo constructivo entre todas las partes para garantizar la sostenibilidad y el bienestar económico de la región del Maule.