Google ha marcado un hito en la industria tecnológica con el lanzamiento de Willow, su chip de computación cuántica más avanzado. Presentado esta semana, Willow destaca por sus impresionantes capacidades de rendimiento y confiabilidad, las cuales están capturando la atención global.
Durante el anuncio, Hartmut Neven, fundador y director de Google Quantum AI, hizo una declaración que resuena en el ámbito científico y mediático: propuso que la capacidad del chip para resolver problemas complejos en minutos —que a supercomputadores convencionales les llevaría billones de años— podría ser un indicio de que la computación cuántica funciona a través de muchos universos paralelos, apoyando la teoría del multiverso.
Esta revolucionaria idea se basa en la interpretación de muchos mundos de la mecánica cuántica, sugiriendo que cada decisión crea un universo alternativo. David Deutsch, físico de la Universidad de Oxford, apoya esta visión, indicando que el «paralelismo cuántico» permite una interferencia entre universos, optimizando los resultados de las computaciones.
El chip Willow no solo es un testimonio del poder de la computación cuántica en teoría, sino que también en la práctica, con potenciales aplicaciones en el descubrimiento de medicamentos, la energía de fusión y el diseño de baterías avanzadas. Sundar Pichai, CEO de Google, considera este desarrollo como «un paso significativo hacia la creación de una computadora cuántica práctica con aplicaciones reales.»
Google says its new quantum chip indicates that multiple universes exist https://t.co/GLSd47h96Z
— TechCrunch (@TechCrunch) December 10, 2024
A diferencia de las computadoras tradicionales que usan bits, las cuánticas utilizan cúbits que existen simultáneamente en múltiples estados gracias a la superposición, permitiendo procesar información a una velocidad extraordinaria. Sin embargo, la sensibilidad de los cúbits a su entorno ha sido un desafío, causando inestabilidad y errores.
Willow aborda estos problemas con innovaciones en la corrección de errores cuánticos, disminuyendo la incidencia de errores a medida que aumenta el número de cúbits, lo que representa una mejora exponencial en la estabilidad y funcionalidad del sistema.
Google destaca que los beneficios de Willow podrían transformar sectores como la medicina, energía y tecnología, al ofrecer nuevas soluciones para modelar moléculas complejas, diseñar materiales más eficientes y optimizar sistemas logísticos.
El desarrollo de Willow es el culmen de más de una década de investigaciones en Google Quantum AI. Fabricado en una instalación especializada en Santa Bárbara, California, este chip es un ejemplo de ingeniería de precisión, preparando el escenario para futuros avances en computación cuántica con aplicaciones prácticas y globales.
