Japón enfrenta un creciente número de casos de síndrome de choque tóxico estreptocócico, comúnmente referido como la «enfermedad carnívora«, causando alarma entre las autoridades sanitarias y la población. Según el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), esta enfermedad, provocada por la bacteria estreptococo A, puede ser mortal y, en casos graves, causar necrosis de los tejidos musculares. El contagio ocurre principalmente a través de heridas abiertas, y el Instituto Nacional de Enfermedades Infecciosas (NIID) de Japón reportó 941 casos en 2023, con un aumento a 474 casos reportados solo en lo que va del año.
Este repunte en los casos podría estar relacionado con un relajamiento de las medidas de autocuidado después de la pandemia de COVID-19, lo que ha puesto en alerta a las autoridades sanitarias. Entre los síntomas de la enfermedad se incluyen fiebre, escalofríos, dolores musculares, náuseas y vómitos, que pueden avanzar a condiciones más graves como baja presión arterial, taquicardia, taquipnea e insuficiencia orgánica.
El CDC advierte que en casi la mitad de los casos, se desconoce cómo la bacteria ingresó al organismo de las personas afectadas. Sin embargo, es crucial mantener una adecuada higiene en caso de heridas profundas para evitar el contagio. En los casos más graves, las complicaciones pueden incluir amputaciones quirúrgicas, formación de cicatrices pronunciadas y, desafortunadamente, incluso la muerte. De cada diez personas afectadas por este síndrome, tres pueden fallecer debido a la infección.
Las autoridades japonesas instan a la población a mantenerse vigilante ante los síntomas y procurar atención médica inmediata ante cualquier signo de la enfermedad.