El Festival de la Guinda, uno de los eventos de fin de año más esperados en la Región del Maule, culminó con un rotundo éxito el pasado 30 de noviembre en el Parque Pumaitén de Romeral, atrayendo a cerca de 60 mil asistentes en sus dos jornadas. El anfiteatro natural de este parque sirvió como el escenario perfecto para celebrar la cultura y la música local, con la animación a cargo de los reconocidos Francisco Saavedra y Begoña Basauri.
Desde su resurgimiento en 2014, el festival ha sido un emblema de la gestión del alcalde Carlos Vergara, quien este año cierra su administración tras 12 años de liderazgo. «Este ha sido el mejor festival que hemos hecho, con un compromiso tremendo de los funcionarios municipales y el cariño de la comunidad,» expresó Vergara, quien obtuvo el 79,55% de las preferencias, equivalentes a 5.157 sufragios, en las elecciones del año 2021.
La competencia musical fue el punto culminante del festival, con Catalina Celedón ganando la Cereza de Oro. Celedón, emocionada por su victoria, señaló: «Esto es un reconocimiento a la perseverancia y al trabajo de más de diez años creando música. Me da fuerza para seguir creyendo en mi camino y cumplir mis sueños». Además del premio monetario de $2.200.000, recibió un trofeo de vidrio borosilicato con incrustaciones de plata y bronce, obra de la artesana local Francisca Curiñir.
El festival destacó por una oferta artística variada, incluyendo presentaciones de Daniel Muñoz y Los Marujos, Agrupación Marilyn, Noche de Brujas, entre otros. También se rindió homenaje al cantor popular Osvaldo Lalo Zapata, con una placa en el escenario principal y un código QR que permite acceder a un documental sobre su legado.
Con un fuerte enfoque inclusivo, el evento ofreció zonas adaptadas para personas en situación de discapacidad y transporte especializado. Además, el Patio de la Identidad proporcionó un espacio para disfrutar de la gastronomía local, artesanías y entretenimiento para niños.
Al concluir su mandato, el alcalde Vergara agradeció a la comunidad por la oportunidad de servir y proyectar el festival como una celebración familiar. «Agradezco a Dios y a la comunidad rural por darme la posibilidad de ser su alcalde y realizar este festival. Seguiremos proyectándolo como una fiesta familiar donde todos puedan disfrutar,” afirmó.
El Festival de la Guinda no solo marcó el fin de una era para la gestión de Vergara, sino que reafirmó su estatus como un referente cultural y musical imprescindible en Chile.
