En un mundo cada vez más dominado por las pantallas, la fatiga visual digital se ha convertido en un serio problema de salud pública, afectando a millones de personas globalmente. La creciente dependencia de dispositivos digitales para el trabajo, educación e interacción social eleva el riesgo de problemas de salud ocular, un fenómeno que fue exacerbado por la pandemia de COVID-19.
Estudios recientes muestran que hasta el 50% de los usuarios de computadoras experimentan síntomas de fatiga visual digital, los cuales incluyen sequedad, irritación, visión borrosa, y en casos severos, dolor de cabeza y de cuello. Estos síntomas, si bien a menudo son temporales, pueden volverse crónicos y afectar significativamente tanto la calidad de vida como la productividad del individuo.
Contrario a la creencia popular, la luz azul de las pantallas no es el principal causante de la fatiga visual digital. Los verdaderos culpables son la mala ergonomía, el enfoque prolongado en distancias cortas y la disminución del parpadeo.
Para combatir efectivamente la fatiga visual digital, es esencial adoptar un enfoque integral que incluya cambios de comportamiento, ajustes ambientales y, cuando sea necesario, intervenciones médicas:
- Regla 20-20-20: Cada 20 minutos, haz una pausa de 20 segundos para mirar algo a 20 pies de distancia. Esto ayuda a relajar los músculos oculares y reduce la tensión ocular.
- Ajustes ambientales: Asegúrate de contar con una iluminación adecuada y humedad ambiental. Utiliza lámparas ajustables y considera el uso de un humidificador para mantener un nivel óptimo de humedad.
- Ergonomía adecuada: Posiciona tu pantalla a una distancia de un brazo y justo debajo del nivel de los ojos para minimizar la tensión en el cuello y los ojos. Ajusta el tamaño de la fuente para evitar entrecerrar los ojos.
- Consulta profesional: Para síntomas persistentes, consulta a un profesional de la visión. Un examen completo puede ayudar a identificar y tratar problemas subyacentes como errores de refracción o enfermedades del ojo seco.
La adopción de estas prácticas no solo mejorará tu bienestar visual sino que también contribuirá a una mayor productividad y confort en el uso de dispositivos digitales. En la era digital, proteger nuestra visión es más crucial que nunca, y tomando las medidas adecuadas, podemos disfrutar de los beneficios de la tecnología sin comprometer nuestra salud ocular.
Este artículo fue contribuido por Daniela Oehring, Profesora Asociada de Optometría en la Universidad de Plymouth, Inglaterra. La información aquí presentada fue originalmente publicada en The Conversation bajo una licencia Creative Commons. Para acceder al texto original en inglés, haz clic aquí.