La corte de Curicó ha condenado a R.D.U.C., un ciudadano chileno de 50 años, a una pena de 10 años y un día de cárcel efectiva por tres delitos de abuso sexual contra una menor de 14 años. Los hechos ocurrieron en la comuna de Sagrada Familia, donde el padrastro abuso en reiteradas ocasiones a su hijastra entre los años 2020 y 2022.
La madre, originaria de México, habían llegado a Chile junto a su hija tras conocer al acusado por redes sociales y casarse con él. La investigación, liderada por la Brigada de Delitos Sexuales de Curicó, sacó a la luz estos abusos gracias a grabaciones de un teléfono celular que la menor entregó a un amigo. Este amigo luego entregó las pruebas a la Policía de Investigaciones, lo que fue decisivo para la condena.
La fiscal Tatiana Díaz destacó el uso de una declaración judicial anticipada de la víctima, quien, aunque abandonó el país junto a su madre, había dejado testimonio crucial antes de irse. “Estando en el país, la madre y la víctima, ambas de origen mexicano, el acusado aprovechó la situación para cometer estos abusos de manera reiterada en perjuicio de su hijastra, mientras ella tenía entre 12 y 13 años”, dijo la Fiscal.
La declaración se presentó en el juicio y fue complementada por el testimonio de peritos y detectives, así como por análisis de videos y celulares.
«Las diligencias realizadas fueron fundamentales para establecer la veracidad de los hechos, localizar testigos clave e incautar evidencias importantes», explicó el Comisario Carlos Mira, jefe de la BRISEX Curicó. La detención del acusado, quien poseía antecedentes por otros delitos, se realizó en flagrancia, y posteriormente se le impuso prisión preventiva tras su formalización