Las Federaciones de la Confusam, que representan a los trabajadores de la salud municipalizada, han convocado a un paro nacional para mañana jueves 17 y el viernes 18 de abril, tras no lograr avances significativos en las negociaciones con el gobierno. Esta medida busca presionar por la resolución de diversas demandas laborales que afectan a sus miembros.
Gabriela Flores, presidenta de la Confusam, expresó su frustración frente a la gestión gubernamental, especialmente en lo relacionado con el incentivo al retiro para los trabajadores del sector. «A pesar de haber logrado un aumento en el número de cupos durante las negociaciones del sector público, la Dirección de Presupuestos (Dipres) no ha liberado los fondos necesarios», indicó Flores.
El anuncio del paro se produce después de haber pospuesto una huelga prevista para marzo, en un intento por dar espacio a las negociaciones. Sin embargo, la falta de avances concretos y la muerte de más de 42 trabajadores de la salud la semana pasada han intensificado el descontento entre los funcionarios. «La burocracia está ganando la batalla contra el cumplimiento de los compromisos hacia los trabajadores, especialmente los que están en la primera línea de la salud», añadió la presidenta.
Además, la situación se agrava por las condiciones de trabajo violentas a las que están expuestos los funcionarios en varias partes del país. La reciente muerte por cáncer de una trabajadora, quien esperaba su turno para el incentivo al retiro sin lograr recibirlo, ha conmovido y movilizado aún más al gremio.
La Confusam ha asegurado que el paro es un llamado de atención al gobierno para que tome acciones inmediatas y efectivas que respondan a las necesidades urgentes de los trabajadores de la salud municipalizada. Durante los días de huelga, se espera que los servicios de salud municipal puedan verse afectados, aunque se mantendrán guardias mínimas para emergencias.
