En la tranquila comuna de Molina, bajo el histórico Puente El Yacal, un reciente conflicto entre residentes locales y visitantes extranjeros ha llevado al Delegado Presidencial Provincial de Curicó, José Patricio Correa, a tomar medidas firmes para asegurar la paz y la preservación del entorno natural.
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El incidente, que tuvo lugar el pasado 25 de diciembre, estalló por disputas sobre el inadecuado manejo de residuos y el comportamiento irrespetuoso de algunos visitantes de nacionalidad extranjera, desencadenando una pelea que dejó a varios vecinos del sector con heridas leves. «Se generó esta pelea justo en el momento en que había fallecido una persona, pero no tiene relación con ese hecho. Más bien es la molestia de los vecinos, de los lugareños que han utilizado habitualmente este espacio, con los nuevos visitantes que no han respetado el formato y la norma que tenía, digamos, culturalmente este espacio, sino que han generado bastantes desmanes. Pero nosotros, con Carabineros y el municipio, vamos a hacer un trabajo respectivo», mencionó.
Ante esta situación, el Delegado Correa y su equipo, en colaboración con el Departamento de Seguridad de la Municipalidad de Molina, han decidido implementar una serie de estrategias para prevenir futuros incidentes y mejorar la gestión del espacio público. Entre las medidas adoptadas, se destacan la instalación de barreras tipo New Jersey que limitan el acceso vehicular a la ribera del río. Esta acción busca reducir la cantidad de basura y el ingreso de objetos de gran tamaño, como electrodomésticos y equipos de cocina, que algunos visitantes solían llevar al área.
El Delegado Correa explicó que el área ha sido usada tradicionalmente como un balneario de forma irregular, sin las condiciones de seguridad adecuadas. “Las y los vecinos han expresado su preocupación por la invasión masiva de visitantes diurnos que, además de realizar picnics, frecuentemente incurren en conductas problemáticas como el consumo de alcohol y drogas, dejando grandes cantidades de basura, realizando fogatas y reproduciendo música a alto volumen”, destacó Correa.
El acceso peatonal, por su parte, permanecerá abierto, permitiendo a los visitantes disfrutar del paisaje fluvial siempre que respeten el entorno. Además, la vigilancia será intensificada gracias a la colaboración continua con Carabineros y el municipio, quienes patrullarán la zona para asegurar el cumplimiento de la normativa y disuadir comportamientos inapropiados. “Legalmente, el acceso a riberas de río, playas y lagos es libre, pero debe ser ordenado. Este particular sitio no es apto para bañarse, y queremos que esto quede absolutamente claro. Si alguien desea disfrutar de la ribera de manera ordenada y tranquila, sin consumo de sustancias, no habrá problema, pero cualquier actividad que viole la ley será sancionada”, afirmó.
Respecto a la administración del espacio, Correa explicó que ha existido una confusión sobre la jurisdicción del área. “La parte superior que funciona como mirador pertenece a Curicó, mientras que la ribera del río está bajo la jurisdicción de Molina. Esto ha sido establecido hace tiempo y corresponde, tanto geográfica como administrativamente, a Molina”, concluyó.
Con estas medidas, se espera restaurar la armonía en el Puente El Yacal, asegurando que tanto locales como visitantes puedan disfrutar de este espacio de manera segura y responsable. Las autoridades de Molina y Curicó continúan trabajando juntas para garantizar que la gestión del espacio sea clara y efectiva, evitando así futuros conflictos y manteniendo el área como un lugar de encuentro pacífico y respetuoso con el medio ambiente.