Durante el feriado de Navidad, la región del Maule enfrentó una jornada marcada por múltiples incendios forestales que pusieron a prueba los esfuerzos de las autoridades y equipos de emergencia. El director regional de SENAPRED, Carlos Bernales, realizó un detallado balance sobre la situación, destacando que seis incendios afectaron distintas comunas de la región, algunos de los cuales siguen activos.
En Sagrada Familia, se registraron dos incendios: “Las Acacias”, que permanece en combate con un daño preliminar de 0,01 hectáreas, y “Trapiche Bajo Dos”, extinguido tras consumir 0,5 hectáreas. Mientras tanto, en Villa Alegre, el incendio denominado “La Campiña” fue controlado tras afectar la misma superficie.
En la comuna de Río Claro, el incendio “Alto Camarico 3” llevó a declarar alerta roja debido a su extensión, pero los esfuerzos coordinados lograron controlarlo luego de que consumiera 11 hectáreas. Por su parte, en Rauco, el incendio “Quilpoco” afectó 2,1 hectáreas y requirió dos días de trabajo antes de ser contenido.
El incendio más complejo de la jornada se presentó en la comuna de Cauquenes, con el siniestro denominado “La Raya”, que afecta una extensa área en el límite con la región de Ñuble. Hasta ahora, se han registrado 1.271 hectáreas dañadas, y el fuego sigue siendo combatido por los equipos desplegados en el lugar.
A pesar de la magnitud de los incendios, Bernales destacó que no se han reportado daños a viviendas ni estructuras críticas, con la excepción de un galpón destruido en Cauquenes. Además, no se han registrado heridos entre la población civil ni entre los combatientes que trabajan incansablemente en el terreno.
El director regional valoró el esfuerzo de los equipos de emergencia, quienes han trabajado de manera coordinada para enfrentar estos siniestros, y reiteró la importancia de la prevención. «Estas emergencias nos recuerdan la necesidad de redoblar los esfuerzos para proteger nuestros recursos naturales y a las comunidades que habitan en las zonas afectadas», señaló.
Con los incendios aún en desarrollo y las condiciones climáticas como un factor de riesgo, las autoridades mantienen un monitoreo constante y solicitan la colaboración de la ciudadanía para evitar nuevos focos y apoyar el trabajo de los equipos en terreno.
