En un movimiento sin precedentes, el Departamento de Justicia de los Estados Unidos presentó una demanda contra Apple Inc., acusándola de sostener ilegalmente un monopolio a través de sus dispositivos iPhone, lo que resulta en la supresión de la competencia y el incremento de los costos para los consumidores. Esta acción legal, introducida en una corte federal de Nueva Jersey, marca un momento crítico en la regulación de las grandes tecnológicas y sus impactos en el mercado y la sociedad.
El fiscal general Merrick Garland expresó su preocupación sobre las prácticas de Apple, indicando que «si la situación no cambia, Apple sólo continuará fortaleciendo su monopolio en los smartphones, perjudicando tanto a consumidores como a competidores.» Esta demanda surge en un contexto donde Apple ya enfrenta repercusiones globales por sus prácticas comerciales, incluida una reciente multa de 1.800 millones de euros impuesta por la Unión Europea por limitar la competencia en el mercado.
Desde Cupertino, Apple respondió a las acusaciones, advirtiendo que el éxito de la demanda podría «sentar un peligroso precedente de intervención gubernamental» en el diseño de tecnología, impactando negativamente la innovación y la elección del consumidor. La empresa, que ha sido criticada por obligar a las empresas a utilizar su tienda de aplicaciones y pagar comisiones significativas, se encuentra ahora en el centro de una batalla legal que podría redefinir el futuro de la tecnología y la competencia en el mercado.
La demanda del Departamento de Justicia se enfoca en prácticas específicas de Apple que, según alega, refuerzan su posición monopolística más allá de la App Store. Entre estas se incluye el impedimento al desarrollo de «súper aplicaciones» que facilitarían a los consumidores cambiar de smartphones y el bloqueo a aplicaciones de streaming de alta calidad sin requerir pagos adicionales por espacio en la nube o hardware.
Este caso resalta la preocupación del gobierno estadounidense sobre el «ecosistema» digital cerrado de Apple, abarcando productos como iPhone, iPad, Mac, y Apple Watch, que limita a los consumidores a depender exclusivamente de dispositivos de Apple, inhibiendo la integración con productos de otras compañías.
Al presentar esta demanda, el Departamento de Justicia se une a otros esfuerzos regulatorios contra gigantes tecnológicos como Google, Facebook (Meta), y Amazon, subrayando el compromiso del gobierno de proteger las leyes antimonopolio y promover un mercado competitivo y justo. «Los consumidores no deberían tener que pagar precios más altos porque las empresas violan las leyes antimonopolio», concluyó Garland, enfatizando la importancia de este caso para la justicia económica y la equidad de mercado.
Con ingresos anuales cercanos a los 400.000 millones de dólares y un valor de mercado que recientemente superó los 3 billones de dólares, Apple se encuentra en el punto de mira de reguladores y consumidores por igual, mientras el mundo observa cómo se desarrollará uno de los casos antimonopolio más significativos de la era moderna.