Con el propósito de contrarrestar la posición dominante de Google en el sector tecnológico, el Departamento de Justicia de los Estados Unidos presentó una solicitud ante los tribunales de justicia, proponiendo que Google se desvincule de su navegador Chrome y del sistema operativo Android. Esta acción se enmarca dentro de las medidas antimonopolio que buscan aumentar la competencia y la innovación en la industria tecnológica.
La propuesta judicial presentada el miércoles 20 de noviembre, incluye la exigencia de que Google deje de efectuar pagos multimillonarios anuales a socios estratégicos como Apple, que actualmente establece a Google como el motor de búsqueda predeterminado en sus dispositivos. Según el Departamento, Google debería vender completamente Chrome a un comprador que cumpla con las condiciones aprobadas por los demandantes y bajo términos que serán supervisados por el tribunal.
Además, se propone prohibir a Google cualquier participación en el mercado de navegadores web durante un período de cinco años, con el fin de garantizar una competencia leal y evitar futuras conductas monopólicas.
Esta serie de medidas llega después de que, en agosto, un juez federal concluyera que Google había violado las leyes antimonopolio en el mercado de motores de búsqueda en línea. Aunque la sanción final aún está por determinarse y es probable que Google apele la decisión, el proceso podría extenderse hasta llegar al Tribunal Supremo.
El enfrentamiento de Google con el Departamento de Justicia también incluye acusaciones sobre prácticas desleales en el manejo del gasto publicitario, desviando ingresos de los editores hacia su propio negocio de tecnología publicitaria.
En respuesta a las acciones del gobierno, Lee-Anne Mulholland, vicepresidenta de asuntos regulatorios de Google, argumentó que la separación propuesta perjudicaría a los consumidores, desarrolladores y al liderazgo tecnológico de Estados Unidos. Mulholland destacó que tanto Chrome como Android se ofrecen de manera gratuita a los usuarios, y que cualquier interferencia gubernamental podría tener consecuencias negativas.
A medida que el mandato de Joe Biden se aproxima a su fin y con la presidencia entrante de Donald Trump, la industria tecnológica enfrenta un periodo de incertidumbre. Trump ha expresado su intención de perseguir a Google por presuntas acciones contrarias a sus intereses, aunque no ha apoyado la idea de dividir la compañía.
Por último, INCOMPAS, la Asociación de Internet y Redes Competitivas, ha expresado su preocupación por las posibles consecuencias de estas medidas, advirtiendo que podrían sentar un precedente peligroso que frene la inversión en innovación y comprometa la seguridad nacional y la competitividad global de Estados Unidos.