El Gobierno de Israel ordeno el cese de transmisiones del canal Al Jazeera en el territorio nacional, argumentando que las actividades de la cadena de noticias “dañan la seguridad del Estado”. Esta medida fue oficializada este domingo tras una votación en el ejecutivo, encabezada por el primer ministro, Benjamín Netanyahu.
Las operaciones de Al Jazeera en Israel se vieron interrumpidas inmediatamente después de la aprobación de la llamada «Ley Al Jazeera», promovida por el ministro de Comunicación, Shlomo Karhi. Según esta nueva legislación, el gobierno tiene la capacidad de cerrar emisoras extranjeras que considere una amenaza para la seguridad nacional, con periodos renovables de 45 días.
La acción no solo incluyó el cese de las transmisiones sino también operativos en las oficinas del canal, localizadas en el Hotel Ambassador en Jerusalén Este, territorio ocupado. Durante estos operativos, realizados por inspectores del Ministerio de Comunicaciones y fuerzas policiales, se confiscaron equipos de transmisión.
La medida ha sido recibida con gran preocupación por la comunidad periodística internacional. La Asociación de Prensa Extranjera (FPA) de Israel ha expresado su inquietud, afirmando que “es un día oscuro para los medios y para la democracia”. Esta asociación recalca que, con esta decisión, “Israel se une a un dudoso club de gobiernos autoritarios que han prohibido la emisora”.
Al Jazeera, conocido por su extensa cobertura en la región, especialmente en la Franja de Gaza, ha reportado sobre numerosos incidentes críticos, incluyendo bombardeos a hospitales y ataques a civiles. La cadena ha sido una de las pocas fuentes de noticias internacionales con acceso directo a Gaza, región que ha sido ampliamente afectada por el conflicto y donde se reportan más de 33,000 muertes.
Esta decisión plantea serias preguntas sobre el acceso a la información libre y el papel de la prensa en zonas de conflicto, poniendo en tensión los principios de libertad de expresión frente a las preocupaciones de seguridad nacional.