Gran molestia e indignación generó entre los usuarios del Terminal O’Higgins de Rancagua la instalación de un afiche publicitario que hacía referencia al trágico accidente ferroviario ocurrido en junio de este año, que dejó como saldo dos personas fallecidas. El objetivo del anuncio era promocionar un servicio de transporte, lo que desató fuertes críticas por la insensibilidad del contenido.
El hecho se viralizó rápidamente en redes sociales, donde cientos de usuarios expresaron su rechazo a esta estrategia publicitaria. Ante la ola de comentarios y cuestionamientos, las autoridades de la Región de O’Higgins exigieron el retiro inmediato de la propaganda instalada en el terminal.
Desde Ferrocarriles María Constanza Villalobos, Gerente General EFE Central, manifestó que “en primer lugar, quisiera hacer enfática en que lamentamos y rechazamos profundamente dicha pancarta con fines publicitarios”.
“Hemos activado inmediatamente nuestra área legal para que estudiaran las acciones judiciales que corresponden presentar en esta materia, como también tomamos contacto con las autoridades regionales para hacerles ver lo infortunado que resulta esta publicidad, solicitando por nuestra parte que puedan interceder por el pronto retiro de esta campaña que ya ha sido comprometido por la Administración del Terminal O’Higgins”, agregó
En tanto, el Servicio Nacional del Consumidor (SERNAC) informó que ofició al Terminal O’Higgins para recabar información sobre la campaña publicitaria y evaluar las acciones correspondientes. Según la institución, el uso de la imagen de un accidente tan grave para fines comerciales podría vulnerar los derechos de los consumidores y las normas éticas de publicidad.
Por la tarde, desde el Terminal O’Higgins emitieron un comunicado lamentando lo ocurrido y aseguraron que la pieza publicitaria fue retirada. Asimismo, señalaron que están revisando los protocolos para evitar que situaciones de este tipo se repitan en el futuro.
El caso ha reabierto el debate sobre los límites éticos en la publicidad y la necesidad de mayor regulación para evitar que estrategias comerciales irrespeten la memoria de víctimas y sensibilidades de la ciudadanía.