En un escalofriante intercambio de hostilidades, Irán lanzó aproximadamente trescientos drones y proyectiles contra Israel la noche del sábado al domingo. Este ataque fue en represalia a un bombardeo que impactó el consulado iraní en Damasco, matando a siete miembros de la Guardia Revolucionaria, un acto que Irán atribuye a Israel.
En respuesta, el Ministro de Exteriores de Israel, Israel Katz, anunció este martes que ha enviado cartas a 32 países instándolos a imponer sanciones contra Irán por su creciente programa armamentístico y a declarar a la Guardia Revolucionaria como una organización terrorista. Katz subrayó que estas acciones son necesarias para «contener y debilitar a Irán antes de que sea demasiado tarde.»
Israel ha confirmado que se prepara para una respuesta militar al reciente ataque, pero está evaluando cómo proceder sin provocar un conflicto más amplio en la región. El Gabinete de guerra de Israel se ha reunido para discutir las opciones disponibles.
En un contexto de tensiones crecientes, tanto el G-7 como la Unión Europea están considerando nuevas sanciones. Los ministros de Exteriores de la UE han programado una reunión por videoconferencia para abordar la crisis y debatir los pasos a seguir.
A nivel internacional, ha habido un llamado generalizado a evitar una escalada del conflicto. En particular, países occidentales han instado específicamente a Israel a ejercer contención. Por su parte, John Kirby, portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de EE.UU., aclaró que no hubo ningún aviso previo de Irán sobre los objetivos o el momento de su ataque.
La situación continúa siendo fluida y el mundo observa atentamente, esperando que las medidas diplomáticas puedan prevenir un conflicto mayor en una región ya profundamente marcada por décadas de inestabilidad.