El caso conocido como la «masacre de Shakahola» ha sacudido a Kenia durante varios meses, y ahora el líder de la secta religiosa, Paul Nthenge Mackenzie, enfrenta múltiples cargos, incluido el asesinato de 191 niños. El anuncio fue hecho por un tribunal el martes 6 de febrero.
Paul Nthenge Mackenzie, autoproclamado pastor, enfrenta acusaciones de «terrorismo», «tortura», «crueldad» hacia los niños y «homicidio involuntario», además del «asesinato» de 191 seguidores de su secta evangélica. Estas acusaciones surgen en el contexto de la tragedia que tuvo lugar en el bosque de Shakahola, donde se encontraron 429 cadáveres, muchos de ellos niños.
El trágico suceso se desarrolló en el bosque de Shakahola, donde el pastor promovía el ayuno hasta la muerte como forma de «encontrarse con Jesús» antes del supuesto fin del mundo en agosto de 2023.
Durante una comparecencia en un tribunal de la ciudad de Malindi, Paul Nthenge Mackenzie y otros 29 acusados se declararon inocentes de los cargos de «asesinato». Uno de los acusados fue considerado mentalmente incapacitado para ser juzgado, tras someterse a pruebas psiquiátricas.
El caso ha provocado una conmoción en Kenia y ha generado críticas hacia las autoridades por no haber intervenido antes. La comisión del Senado, en un informe publicado en octubre, señaló «fallos» por parte de la Justicia y la Policía, alertados en años anteriores.
El Gobierno de Kenia ha anunciado que el bosque de Shakahola se convertirá en un «lugar de memoria», en un esfuerzo por recordar lo ocurrido y evitar que se repitan tragedias similares en el futuro.
Este trágico evento ha reavivado el debate sobre la regulación del culto religioso en el país. El presidente William Ruto ha creado un grupo de trabajo para revisar el marco jurídico que rige las organizaciones religiosas, pero enfrenta oposición en nombre de la libertad de culto.
