A medida que se acerca el fin del período vacacional, estudiantes y familias enfrentan el desafío de reintegrarse a sus rutinas cotidianas. La transición de la relajación a las demandas académicas y laborales puede ser una fuente de estrés, pero también una oportunidad para reorganizar la vida diaria y establecer nuevas metas.
La psicóloga Alma Salamé, de la Dirección de Salud Mental de la Universidad de O’Higgins, ofrece una serie de recomendaciones para que este retorno no solo sea menos traumático, sino también enriquecedor. “Es fundamental reconocer y gestionar las emociones como la ansiedad y la tristeza que pueden surgir con este cambio”, explica Salamé.
Estrategias Claves para la Readaptación:
- Gestión de Emociones: Reconocer los sentimientos sin juzgarse y trabajar en consecuencia, entendiendo que son temporales.
- Organización Anticipada: Reorganizar las rutinas unos días antes de volver a las actividades habituales para facilitar la adaptación. Esto incluye ajustar progresivamente los horarios de sueño, alimentación y ocio.
- Establecimiento de Metas Realistas: Definir objetivos específicos y alcanzables que, una vez cumplidos, generan una sensación de logro.
- Actividades Recreativas: Involucrar juegos, paseos entre familiares y amigos, y hobbies que fomenten el bienestar, ayudan a disminuir el estrés y fortalecen las relaciones.
La psicóloga subraya la importancia de adoptar un enfoque proactivo hacia el regreso a la normalidad. “Cambiar los horarios gradualmente y establecer metas claras facilita el ajuste emocional y mantiene la motivación”, agrega.
Promover la Comunicación Asertiva: Un aspecto crucial para un retorno exitoso es la comunicación abierta dentro del hogar. “Fomentar espacios de conversación sobre sentimientos y preocupaciones alivia las cargas emocionales y ayuda a entender las expectativas y miedos de cada miembro de la familia”, sostiene Salamé.
Finalmente, Salamé invita a mantener una actitud tranquila y abierta, utilizando técnicas de relajación y visualización para aumentar la calma. “Si algo no sale como se esperaba, es importante reajustar las estrategias y volver a intentarlo, viendo el regreso a las rutinas como un desafío positivo más que como una carga”.