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Nuevo estudio revela riesgos potenciales de bebidas energéticas en pacientes con enfermedades cardíacas genéticas

Publicado en la revista Heart Rhythm, un estudio reciente de la Mayo Clinic subraya preocupaciones sobre el consumo de bebidas energéticas en pacientes con predisposiciones cardíacas. La investigación examinó a 144 sobrevivientes de paros cardíacos repentinos, identificando que un 5% había consumido bebidas energéticas antes del evento. Aunque no se estableció una causalidad directa, los hallazgos apuntan a la necesidad de mayor regulación y conciencia sobre los riesgos asociados con estas bebidas, especialmente en EE.UU.

En Europa, las medidas regulatorias ya están en marcha. Desde 2022, el Ministerio de Sanidad de España ha comenzado a regular estas bebidas, definiendo aquellas con más de 150 mg de cafeína por 100 ml como energéticas, bajo el Plan sobre Drogas y la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición. En Chile, la regulación es más genérica, enmarcada en el Título XXIX del Reglamento Sanitario de los Alimentos, pero también abarca estos productos.

Las bebidas energéticas, que contienen ingredientes como cafeína, taurina y guaraná, pueden alterar la frecuencia cardíaca y la presión arterial. La cafeína varía entre 80 mg y 300 mg por porción, comparable a una taza de café. Sin embargo, su combinación con altos niveles de azúcar y otros estimulantes puede presentar riesgos adicionales.

La Dra. Carolina Contreras, hematóloga y coordinadora académica de Internados de la Escuela de Salud de la Universidad de O’Higgins (UOH), advierte sobre el atractivo de estas bebidas entre adolescentes y jóvenes adultos debido a estrategias de marketing agresivas y falta de información adecuada sobre sus componentes. Además, estudios sugieren que el consumo de estas bebidas puede afectar la eficiencia del sueño en jóvenes.

Contreras enfatiza la importancia de la educación: “Es crucial que los padres eduquen a sus hijos sobre la composición de estas bebidas, más allá de la romantización por la publicidad, especialmente si existen antecedentes familiares de problemas cardíacos o de salud mental.”

Investigadores de prestigiosas universidades y el Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos en Chile resaltan la necesidad de políticas y legislación avanzada para mitigar los efectos a largo plazo del consumo de bebidas energéticas en la salud cardíaca.

“Proporcionar información clara y comprensible a la población es fundamental. La lectura consciente del etiquetado de estos productos es crucial, siempre dentro de un marco legal que simplifique esta información”, concluye Contreras.

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