Este domingo, la angustiosa búsqueda de Rodrigo Cruz (50 años) y su hijo Diego Cruz, ambos experimentados pescadores, finalmente tuvo un desenlace esperanzador, cuando fueron encontrados con vida luego de estar desaparecidos durante una semana. La confirmación llegó esta mañana por parte del capitán de puerto de Coronel, Osvaldo Cuadra, quien informó que «ellos están bien y en este momento se encuentran en un centro asistencial en Pichilemu». Sin embargo, advirtió que «lo más probable es que sean derivados a otro centro asistencial regional en San Antonio».
La última vez que se supo de su paradero fue el domingo 24 de marzo, cuando zarparon desde la costa de Coronel, en la región del Biobío, a bordo de su lancha «Alexia Esperanza». Hoy, fueron avistados por otra embarcación menor en el área de Pichilemu, en la región de O’Higgins.
En cuanto a los detalles de lo ocurrido, el capitán Cuadra explicó a CHV Noticias que aún no se conoce la causa de la deriva, pero que los datos proporcionados por la Gobernación Marítima de Talcahuano y la Universidad de Concepción indicaban que la deriva los llevaría hacia el norte, lo que efectivamente sucedió. La embarcación fue encontrada aproximadamente a tres millas náuticas al oeste de Punta Lobos, en el área de Pichilemu. Aunque la embarcación está en buenas condiciones, se destacó la necesidad de brindar apoyo psicológico a Rodrigo y Diego, dados los traumáticos eventos vividos durante su tiempo a la deriva.
Según relató el capitán Cuadra, los pescadores salieron inicialmente por un par de horas sin equipamiento adecuado ni provisiones para una travesía más prolongada. Posteriormente, se quedaron sin motor, remo ni ancla, lo que los llevó a la deriva hasta llegar a Pichilemu.
El capitán también mencionó la importancia de la experiencia de los pescadores artesanales en situaciones similares, así como los esfuerzos realizados en la búsqueda, que se extendió hasta 120 millas al oeste.