La Fiscalía Regional del Biobío confirmó que el cuerpo encontrado este jueves en un sector rural de Coronel corresponde a Juan Sanhueza, tripulante de la embarcación «Cobra». Sanhueza había desaparecido hace una semana tras el incidente donde la nave pesquera habría colisionado con la lancha «Bruma».
La identificación fue posible gracias a los peritajes huellográficos realizados por el Laboratorio de Criminalística de la Policía de Investigaciones (PDI), según informó la fiscal del caso en el lugar del hallazgo. «Con antecedentes científicos confirmamos la identidad de la persona a los medios de comunicación», expresó la fiscal.
Inicialmente, se descarta la intervención de terceros en su muerte, aunque el Servicio Médico Legal deberá confirmar la causa exacta mediante autopsia. «Los indicios señalan que no habría intervención de terceros», agregó la fiscal, destacando el trabajo de la PDI en la localización del cuerpo en un sitio eriazo difícil de acceder en el sector de Quiñenco.
El hallazgo se produjo tras intensas búsquedas que incluyeron el seguimiento de cámaras de seguridad. «El trabajo de seguimiento de cámaras nos trajo hasta este lugar», señaló la fiscal, quien elogió la rapidez y discreción de las operaciones llevadas a cabo por las unidades de homicidios de la policía.
Sanhueza, de 58 años, cumplía funciones de vigía la noche del naufragio y desapareció el día que debía declarar ante la PDI sobre el incidente. La última vez que fue visto, según registros de video, fue abordando un transporte público en Talcahuano, sin llegar nunca a su destino en Blumar, donde estaba citado.
La Fiscalía y la Brigada de Homicidios continúan con las investigaciones para esclarecer las circunstancias completas de su muerte. Mientras tanto, la comunidad y especialmente la familia de Sanhueza esperan respuestas, tras expresar en repetidas ocasiones preocupación por la falta de apoyo y la tardanza en la búsqueda del tripulante.