El Primer Ministro japonés, Fumio Kishida, anunció la cancelación de su gira programada del 9 al 12 de agosto a Kazajistán, Uzbekistán y Mongolia, en respuesta a las alertas sísmicas recientes que sugieren la posibilidad de un terremoto de gran magnitud. Este cambio de planes se produce tras un terremoto de magnitud 7,1 que afectó el sudoeste de Japón el pasado jueves, intensificando las preocupaciones sobre una posible catástrofe sísmica mayor.
Durante una rueda de prensa, el Primer Ministro explicó que la Agencia Meteorológica de Japón (JMA) ha emitido una alerta sin precedentes sobre la posibilidad de un gran terremoto en la fosa de Nankai. «Como responsable de la gestión de riesgos del país, es mi deber priorizar la seguridad de nuestros ciudadanos y permanecer en Japón para coordinar las acciones del gobierno frente a esta posible emergencia», declaró Kishida.
La visita cancelada del Primer Ministro incluía compromisos clave como la firma de un acuerdo con Mongolia para el intercambio de tecnología de defensa y su participación en la cumbre del ‘Diálogo Asia Central más Japón’ en Astana, Kazajistán.
A pesar del reciente sismo, que no causó daños materiales significativos, hubo 13 personas heridas en las prefecturas de Miyazaki, Kagoshima y Kumamoto. Además, se reportaron daños menores como el desprendimiento de un techo en un gimnasio en Nichinan, y el colapso parcial de algunas viviendas en Kagoshima.
Japón, situado en un punto donde convergen varias placas tectónicas, es uno de los países más activos sísmicamente del mundo, con alrededor de 1.500 terremotos anuales. La nación ha implementado estrictas normas de construcción antisísmicas y mantiene una educación continua sobre la preparación ante terremotos, lo que ha minimizado históricamente los daños incluso en los temblores más severos.
La decisión del Primer Ministro de cancelar su viaje subraya la gravedad de la alerta emitida por la JMA y el compromiso del gobierno de Japón con la seguridad y el bienestar de su población frente a desastres naturales.