A medida que las temperaturas bajan, aumenta el uso de calefactores eléctricos en los hogares. Sin embargo, su uso incorrecto puede llevar a accidentes graves. Jonathan Soto, Jefe de Operaciones de Seguridad Eléctrica del Laboratorio de Fotometría y Control de Calidad de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, ofrece consejos esenciales para garantizar una operación segura de estos dispositivos.
«Antes de comprar y usar un calefactor, es crucial verificar que el producto tenga la certificación de seguridad otorgada por un organismo autorizado por la SEC,» aconseja Soto. Esta certificación se puede confirmar mediante un sello QR que, al ser escaneado, debe mostrar detalles concordantes con el producto, como la marca y el modelo.
Además, es importante inspeccionar el estado físico del calefactor. «Asegúrense de que tanto los enchufes como los cables estén en buen estado y que el tomacorriente donde se conectará el aparato también lo esté,» destaca Soto. Leer las instrucciones del fabricante es otro paso fundamental que muchos omiten; estas contienen advertencias y precauciones específicas.
Uno de los riesgos más grandes es el uso de extensiones o alargadores con estos aparatos. «Los calefactores deberían conectarse directamente a la pared. Usar extensiones puede causar sobrecalentamiento y, en el peor de los casos, incendios, quemaduras o incluso electrocución,» explica el experto.
Con estos consejos, Jonathan Soto espera reducir los riesgos asociados al uso de calefactores eléctricos y promover un ambiente seguro y cálido en los hogares durante los meses más fríos.