Ante la alta ocurrencia de incendios forestales en la región de O’Higgins, comunidades de Agua Dulce, en La Estrella, y Fundo El Molino, en Marchigüe, recibieron a autoridades regionales para conocer y reforzar las medidas de prevención en zonas de interfaz.
Durante la jornada, el director regional de la Corporación Nacional Forestal (CONAF), Óscar Galdames, destacó la disposición de los habitantes para adoptar medidas preventivas, especialmente en sectores donde las altas temperaturas y la negligencia humana han sido factores determinantes en la ocurrencia de siniestros. Según detalló, en la comuna de La Estrella se han registrado 18 incendios forestales que han consumido más de 125 hectáreas, mientras que en Marchigüe se han contabilizado 19 incendios con un total de 1.082 hectáreas afectadas.
Por su parte, el seremi de Agricultura, Cristián Silva, resaltó el esfuerzo de CONAF en el combate de incendios, con el despliegue de más aeronaves y helicópteros, lo que implica una inversión significativa de recursos públicos. En este sentido, hizo un llamado a la comunidad a fortalecer la prevención, señalando que la acción individual es clave para evitar la propagación de estos siniestros.
En tanto, la delegada Presidencial Provincial, Josefina Toro, mencionó la importancia de jornadas preventivas en sectores críticos, como Las Chacras en La Estrella, donde se han registrado múltiples incendios, algunos de ellos con sospecha de intencionalidad. Destacó que el 99,7% de los incendios forestales en Chile tienen origen humano y que cerca del 40% de ellos son provocados intencionalmente.
Desde la comunidad, Claudia Pérez, presidenta de la Comunidad de Fundo El Molino, en San Miguel de Viluco, Marchigüe, valoró la presencia de CONAF en la zona y la necesidad de contar con instancias educativas. “Los incendios forestales son un riesgo latente. Necesitamos capacitaciones que nos ayuden a tomar conciencia y conocer formas efectivas de prevención para evitar consecuencias graves”, sostuvo.
Las autoridades reiteraron el llamado a la responsabilidad y a la colaboración de la ciudadanía en la reducción de riesgos, enfatizando que la prevención es fundamental para resguardar la seguridad de las comunidades y del entorno natural.