En una demostración de amor y determinación que desafía al clima adverso, Camila Gómez continúa su marcha por la provincia de Osorno, superando viento y lluvia. Desde el pasado 28 de abril, esta valiente madre camina para recaudar fondos para el tratamiento de su hijo, Tomás Ross, de 5 años, quien padece de distrofia muscular degenerativa. El medicamento necesario, llamado Elevidys, tiene un costo de más de 3 mil 500 millones de pesos y sólo está disponible en Estados Unidos.
La campaña «Yo soy parte del millón» busca no solo reunir el dinero necesario, sino también aumentar la conciencia sobre esta devastadora enfermedad. «Al principio lo veía muy difícil de llegar al millón de corazones, pero creo que lo voy a lograr», compartió Camila con optimismo a Radio Bío Bío, agradeciendo el apoyo recibido en su ruta por la carretera 5.
El tratamiento de Tomás consiste en una única dosis intravenosa de terapia génica recombinante, que debe ser administrada entre los 4 y 5 años. Según Camila, ya están listas las gestiones para recibir el tratamiento en Estados Unidos, aunque lamenta el desamparo estatal hacia su hijo.
Marcos Reyes, presidente de la Corporación Familias Duchenne y padre de gemelos con la misma condición, acompaña a Camila en su travesía. Según Reyes, hay más menores en Chile en la misma situación de Tomás, que también necesitarían acceso a este tratamiento.
Hasta la fecha, la campaña ha logrado reunir más de 770 millones de pesos. El recorrido planeado por Camila y su equipo, que durará un mes hasta llegar a la capital del país, está sujeto a cambios diarios, dependiendo de los desafíos que enfrenten.
Esta marcha no solo simboliza la lucha de una madre por su hijo, sino que también ilumina las dificultades que enfrentan muchas familias chilenas en la búsqueda de tratamientos médicos vitales y costosos.